A finales de los 60 aparecía en escena un deportivo nacido de un acuerdo entre Porsche y Volkswagen. Llegaba para atraer las miradas más jóvenes pero sin hacer sombra a su hermano mayor, el 911. Desenfadado, ágil y funcional, este pequeño deportivo sin embargo no obtuvo el éxito esperado. Su diseño y la unión de marcas confundió a un publico que no acabó de entender esta filosofía.
A pesar de que parecía de juguete, el Biscúter revolucionó el mercado español en la década de los 50. Su diseño nació de la mano de uno de los grandes genios constructores de automóviles de lujo francés, Gabriel Voisin. Todo un contraste para un coche que nacía en plena autarquía y que llegó a convertirse en un icono de aquella época.
El 8 HP económico fue el primer motor Hispano Suiza de serie que alcanzó 3.000 rpm y el primero también que se dotó de arranque eléctrico.
Nos encontramos con que ciertamente se trata de un coche recarrozado, pero no para ponerle carrocería más moderna, sino para volver a sus orígenes y reencontrarse con la espléndida carrocería tipo sport 2 baquets diseñada por Julio Gost.
Este práctico vehículo con carrocería de plástico apareció en 1968 inspirado en el mini moke ingles y en el buggy californiano surgidos a principios de esa década. En poco tiempo se convirtió para muchos, en una herramienta multiuso y para otros, en una diversión campestre sin fin. En definitiva había nacido una especie de navaja suiza capaz de moverse por todo tipo de terrenos además de
contar con una modularidad que sorprende todavía hoy en día.
En 1968, Montesa, la marca española de motocicletas, inició la producción de una familia de motos de trial con la denominación Cota. Desde ese momento pasaría a ser sinónimo de fiabilidad, agilidad y equilibrio, cualidades que enseguida la posicionaron en la élite deportiva mundial. La 348 de 1976 de estas páginas, uno de los iconos dentro de esta familia con más de 30 modelos en su haber, ya tiene su lugar propio en el futuro Museo de la Automoción e Historia.
